
Tras la adquisición de un torno GENOS L300EX y dos centros de maquinado GENOS M560-V de OKUMA, el fabricante de válvulas pudo enfrentar el exponencial incremento de la demanda de suministros médicos ante la contingencia sanitaria de la enfermedad COVID-19. Ahora, están preparados para eventos futuros con líneas de producción eficientes y altamente flexibles.
Fábrica de Instrumentos y Equipos (FINESA) es una empresa mexicana de Grupo INFRA con líneas de negocio enfocadas al sector industrial (equipos de oxicorte, manómetros y termómetros metálicos) y al área médica (equipo perimetral y equipos y accesorios de oxigenoterapia, principalmente reguladores).
La planta, localizada en Tultitlán, Estado de México, tiene un área de aproximadamente 5,800 m2 construida sobre una superficie de 9,500 m2, donde trabajan 150 personas, 110 de las cuales están directamente en el departamento de producción.
Cuentan con áreas de maquinado con procesos convencionales de torneado, fresado y taladrado; así como una para fabricación con procesos de troquelado y embutido. También, tienen una sección de máquinas de control numérico que alberga 8 tornos y 5 centros de maquinado. Aunado a ello, hay máquinas transfer y multitask, que les permite realizar operaciones combinadas de fresado y torneado y eleva la capacidad de producción y la flexibilidad de sus operaciones.
Freddy Jardón, gerente de planta de FINESA, comenta que, en 2018 y como parte de una estrategia de renovación tecnológica, se acercaron a HEMAQ para adquirir un nuevo torno, luego de investigar características de equipos que había en el mercado. Adquirieron uno de los tornos CNC, GENOS L300EX de OKUMA, que coincidía muy bien con el tipo de tareas que necesitaban realizar.
Posteriormente se presentó una nueva oportunidad de negocio de fabricación de reguladores de oxígeno, con un proyecto para reemplazar las válvulas tradicionales de los cilindros de oxígeno por válvulas que tienen también función de regulación del flujo. “Tomamos el proyecto en nuestra planta y entonces el escenario cambió ya que, de estar en una situación de mera renovación tecnológica con miras a reemplazar equipo de acuerdo con su vida útil, pasamos a una situación donde se hacía imperante incrementar la capacidad de producción”, explica Jardón.
Entonces, volvieron a salir para buscar la tecnología que les permitiera lograr ese cambio. “Muchos de los equipos que vimos no cumplían con todo lo que estábamos buscando. Al final, y gracias a la experiencia y buenos resultados que tuvimos con el torno, fue prácticamente natural volver a visitar HEMAQ. Encontramos una solución acorde, una buena oferta y, al analizarlos de forma exhaustiva para revisar todos los aspectos relacionados con este tipo de inversiones, resolvimos que eran los equipos que necesitábamos.”
Se adquirieron entonces dos máquinas CNC, GENOS M560-V. Entre los criterios que llevaron a la selección destacan la configuración de los equipos, sus capacidades técnicas y las dimensiones. Adicional a ello, hubo otros aspectos que el equipo de ingeniería de FINESA evaluó, como la disponibilidad y los tiempos de entrega.
TRABAJO EN EQUIPO
Freddy Jardón, quien además de la carrera de ingeniería industrial cursada en UPIICSA, tiene un posgrado en Alta Dirección de la Universidad Bancaria, considera fundamental que el proveedor no solo le ofrezca los tornos CNC, sino que le comparta todo su conocimiento técnico para estructurar la solución que busca. “Nosotros somos muy buenos en lo que hacemos, fabricando componentes para tanques. Pero en HEMAQ son expertos en tecnologías para maquinados, y ese es el valor que buscamos”.
El equipo de FINESA se reunión con los ingenieros de HEMAQ, para platicarles del proyecto y hacerles saber sobre sus necesidades. Les mostraron los equipos instalados en la planta para que comprendieran el layout de la producción en la que estarían los nuevos equipos.
Albino Heredia, ejecutivo de ventas de HEMAQ, estuvo al frente del proceso y comenta que analizaron varias opciones de centros de maquinado. “Nos permitieron conocer sus herramientas especiales y pudimos conocer bien el proceso. Ellos definieron como querían fabricarlos y nosotros nos acoplamos a sus sistemas”.
Si bien, se modificaron algunos programas para el mayor aprovechamiento de las máquinas CNC, los equipos GENOS M560-V de OKUMA, que incluyeron mesas de 4º eje, se configuraron bien con respecto a lo que se necesitaba en FINESA. “Hubo buena conexión con el área de ingeniería. Hablábamos el mismo idioma. El personal de ambas empresas trabajó como un solo equipo, desde que se recibió la máquina hasta que iniciaron producción. Fue clave conocer bien sus herramientas porque pudimos hacer una configuración adecuada y muy amigable para el uso de las máquinas”, detalla Heredia.
El equipo de HEMAQ analizó la producción, tomaron la información y llegaron con una propuesta sobre los tornos CNC recomendados. Pero más allá, “incluso nos propusieron un proceso de fabricación que al final, cuando se tomó la decisión de compra, la fuimos trabajando juntos dando como resultado que, con la suma de la experiencia de ambas empresas, se implementó una solución que iba más allá de lo que esperábamos”, reconoce el directivo de FINESA.
REACCIÓN ANTE LA CONTINGENCIA
Un aspecto sobresaliente de este proyecto fue que no se trataba necesariamente de algo disruptivo en su ingeniería pues, aunque era un componente nuevo, el producto no era muy diferente en esencia a lo que generalmente se produce en la planta de FINESA en el Estado de México. El verdadero reto comenzó con un abrupto cambio en el volumen debido a la demanda generada por la pandemia de la enfermedad de COVID-19.
El proyecto no se originó con la pandemia, pero sí se agudizó derivado de ella. De hecho, el proyecto aceleró cuando apenas se estaba comenzando el desarrollo de la llamada “primera ola” de contagios. Al cierre de 2020, ya la situación era crítica y la demanda era muy alta.
Gracias a la incorporación de los equipos de OKUMA, fue posible añadir valores de versatilidad y flexibilidad en las líneas de fabricación de equipos médicos, lo que les permitió cumplir con nuevas necesidades no previstas. Jardón comenta que “las máquinas son muy nobles y jugaron un papel fundamental. Buscamos las bondades de los equipos y hacer un match de parte de la manufactura en el piso de producción, y fue así como logramos alcanzar nuestras metas”.
La de FINESA y HEMAQ fue una relación muy colaborativa desde que platicaron por primera vez sobre el proyecto. De ahí vinieron las primeras observaciones y sugerencias, el intercambio de opiniones y de ideas, hasta que se llegó a la toma de decisión y la instalación de las máquinas CNC. Luego la tarea se centró en la organización de grupos de trabajo para la implementación de la solución y con ello las actividades de capacitación. Posterior a esto y hasta la actualidad la comunicación ha sido abierta, directa y clara.
En cuanto al soporte técnico, los tiempos de respuesta siempre han sido adecuados y han servido para resolver los problemas presentados. Esto es tan importante que el equipo de ingeniería de FINESA evalúa los tiempos de respuesta en mantenimiento y la calidad del soporte técnico dentro de una matriz de análisis de evaluación de la inversión.
Han solicitado mucho apoyo técnico para la configuración de herramientas y dispositivos. La respuesta de los ingenieros de HEMAQ ha sido la esperada, pues además de un amplio portafolio de tecnología, han colaborado con observaciones y consejos que han contribuido de manera significativa para incrementar la eficiencia de sus procesos.
“Nuestro personal de ingeniería siempre está disponible en la medida que les pueda ayudar a mejorar sus procesos. Aunque debo reconocer que en realidad el equipo de FINESA tiene una alta capacidad técnica”, asegura Albino Heredia. “Cuando han tenido dudas técnicas, por ejemplo, de corte, trayectorias especiales o tipos de herramientas, los apoyamos. Pero son muy expertos, al grado de que tienen su propio taller de afilado de herramientas especiales.”
INFRA, a través de su división FINESA, pudo cumplir así, no solo con la respuesta al mercado, sino con una misión social que en el país se requería de manera urgente a causa de la necesidad de llevar oxígeno a los enfermos de COVID-19.
“Eso me hace sentir muy satisfecho, porque nosotros fabricamos productos para la salud, y siempre que puedas aportar para que las personas puedan cuidarse en este aspecto tan fundamental en la vida, te nutre tanto en lo profesional como en lo personal”, expresa Freddy Jardón. “En este caso en particular, cuando la exigencia fue muy alta, resultó gratificante ver que tu trabajo (y así es como lo comentamos con nuestro equipo) salva vidas. De esta manera lo vemos. De hecho, lo tomamos como bandera para seguir haciendo nuestro trabajo con compromiso y satisfacción.”
Muchas empresas dejan de actualizarse tecnológicamente porque no tienen en el momento los recursos para adquirir lo que necesitan. “Esto es una realidad en nuestra industria y en nuestro país”, considera el gerente de la planta de FINESA. “En nuestro análisis de costos estudiamos la posibilidad de aprovechar un plan de financiamiento ofrecido por HEMAQ para adquirir una de las máquinas. Esto ayudó sin duda a que el Consejo de Administración nos permitiera llevar a cabo la inversión.”
En FINESA, consideran a HEMAQ como un aliado y sin duda “será una primera opción cuando requiramos nuevos equipos, ya sea para proyectos nuevos, como el surgido con las válvulas, o para aspectos de reemplazo y actualización tecnológica”, expresa Jardón, quien sentencia que en la actualidad en la manufactura es fundamental estar actualizados para no perder competitividad y mejorar la productividad de manera permanente.
“Formamos una empresa orgullosamente 100% mexicana, comprometida con los usuarios y con la gente. Ahora que fuimos requeridos para apoyar durante la pandemia, lo hicimos con mucho gusto. Nuestro nivel de compromiso con la sociedad y nuestro entorno es cada vez mayor.”